Workshop Estética ¨Modelos Cognitivos y Herramientas de Complejidad¨


Definición del problema: La falla en el flujo de transporte ocasionada por la incorrecta distribución de vías de movilización en la ciudad de Bogotá.
La ciudad de Bogotá se ve actualmente afectada por los problemas de desplazamiento y movilización. Los ciudadanos se enfrentan casi que a una maraña de calles que, sumada al excesivo número de vehículos, al reducido tamaño de las vías y a la equivocada distribución de los flujos de transporte, (entre otros factores inclusive de carácter climático) se ha convertido en una situación de conflicto que desencadena efectos sociales y culturales a nivel del estilo de vida de los bogotanos.
A pesar de la implementación del sistema de TransMilenio en la capital de país el caos vehicular parece no tener fin. Todo esto se debe a que las calles han sido organizadas de manera aleatoria sin el seguimiento de patrones formales que, al fin y al cabo son los que permiten una correcta distribución de los flujos de transporte. Los departamentos de planeación urbana de la ciudad parecen no haber tenido en cuenta una serie de elementos que resultan fundamentales para establecer un orden. Reynoso bien lo explica cuando afirma que “Es común representar la forma urbana como un patrón de elementos identificables, como lugares o áreas cuyas relaciones recíprocas se asocian a menudo con rutas de transporte lineales, análogas a las calles de la ciudad.”(REYNOSO,2009) y es que es precisamente esto lo que hace falta en la distribución de los flujos vehiculares de Bogotá: nodos o conexiones que asocien los vértices y los arcos entre sí; que establezcan relaciones para generar mayor accesibilidad entre ubicaciones.
Para esto resulta importante conocer cuáles son las áreas de mayor aglomeración y cuales son aquellas en donde los flujos disminuyen. Estas áreas son denominadas “… clusters de actividad que se asocian habitualmente con altos niveles de accesibilidad; muchos diseños urbanos existentes (…) intentan cambiar esos patrones de accesibilidad mediante nuevas infraestructuras de transporte” (REYNOSO, 2009).
Es por eso que nuestra propuesta va dirigida:

A partir de formas tales como triángulos y cuadrados, y utilizando la herramienta Shaper2D, se genero una forma radial que muestra como el caos, de cierta forma puede llegar a componer una organización urbanística en una ciudad como Bogotá.

En este caso los triángulos se ubican de tal forma que crean un centro y los cuadrados se distribuyen en el exterior de la figura cerrando así el circulo que envuelve este nuevo modelo de ciudad.
http://www.slide.com/r/nalAgeSH4j-CsAwmo-SDN6YAcMZFFvZS?previous_view=lt_embedded_url

Se puede ver como a partir de figuras básicas se genera todo un nuevo concepto de ciudad, que rompe con la organización lineal de una ciudad y resuelve un problema por medio de la implementación de rizomas y circunferencias.



La percepción es un concepto que se ha venido investigando desde siglos pasados, y fueron los sicólogos de la Gestalt alrededor de 1942, los que comenzaron a plantear las leyes que mas adelante establecerían una plataforma de estudio; plataforma que, constituye parte importante del pensamiento en general. Es un concepto que ha sido aplicado en distintas ramas del conocimiento por su estrecha relación con las conexiones mentales que el ser humano desarrolla. Somos individuos que construimos nuestro imaginario a partir de lo capturado durante la experiencia y de allí se deriva nuestro comportamiento frente a la configuración de nuestro espacio y contexto.

La ilusión óptica nos ha llevado a explorar la percepción en todos sus sentidos ya que se da a partir de fenómenos adaptativos. Lo que nuestro órgano visual es capaz de capturar, se convierte después en información que nuestros sistemas procesan para generar todo tipo de sensaciones y experiencias físico-mentales. Es asombroso ver cómo el mismo hombre es capaz de combinar patrones con efectos de velocidad, color, movimiento o luz y desarrollar ante nuestros ojos estímulos que parecen casi surreales. Nuestra mente es engañada por la fusión de estos elementos y aunque a primera vista parece sencillo, esto verdaderamente obedece a una compleja red que se lleva a cabo dentro de nuestro cerebro.

La complejidad de esta red ya ha sido estudiada y dominada por el hombre, tanto así que él mismo es capaz de generar dichos “engaños visuales”. El hombre es entonces capaz de llegar hasta donde su imaginación y su creatividad se lo permitan porque esta red mental es un recurso ilimitado y ningún cerebro puede inventar la forma en que se van a organizar ni estructurar los elementos capturados. ¿Qué sucedería entonces si lo logrado a partir de las ilusiones ópticas se aplicara al desarrollo de proyectos arquitectónicos o de diseño? Aunque incierto, el panorama es amplio y prometedor si sólo nos arriesgamos a intentarlo.

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